Día 4.
Toda visión enfrenta oposición, esa es una realidad que no podemos evitar, muchas veces quisiéramos que al declarar la visión todo el mundo nos apoye o celebre con nosotros, pero la verdad es que no puedes esperar aprobación de todos, al fin y al cabo el que tuvo el sueño fuiste tu, lo más seguro es que no lo entiendan enseguida.
Podríamos sacar un libro solamente hablando de enemigos de la visión, pero te mencionare solo algunos en este devocional, tales como:
- Desconocer tu identidad.
- Sacar excusas.
- Desesperarnos.
- Tu vista.
- Prestar tus oídos.
Acompáñame a desarrollar cada uno de estos puntos.
1.Desconocer tu identidad.
Si no sabes quien eres, o a que tienes derecho, no sabrás lo que te pertenece y debes reclamar.
Gálatas 4:7
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Somos herederos, pero decidimos vivir como esclavos, y es que a veces menospreciamos el futuro glorioso por situaciones temporales que nos desvían del propósito final. El mejor ejemplo para esto es Esaú, primogénito y heredero, pero cambió su futuro por una situación temporal llamada “Hambre”. Un día le dijo a su hermano Jacob te cambio mi herencia, mi futuro por un plato de guisantes, de ahí la expresión “Se vendió por un plato de lentejas”.
Nos parece irrisorio, pero día a día cambiamos nuestra heredad, nuestro futuro por “Lentejas”, al dedicarle mas tiempo al ocio que al trabajo ya sabemos que el futuro no es bueno, o paradójicamente al dedicarle más tiempo al trabajo que a la familia, ese será un tiempo que nunca volverá, en plano espiritual al decirle si al pecado estamos cambiando lo eterno por lo temporal. La verdad es que nunca será un buen trato. Pero tener claro quien eres, cual es tu heredad y valorar eso te permite vivir enfocado en permanecer fiel a pesar de las situaciones. Que ninguna situación temporal te haga perder tu meta, nunca será un buen trato cambiar lo eterno por lo temporal.
Para terminar esta parte me gustaría recordarte esta verdad acerca de la herencia:
Gálatas 4:1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
Necesitamos crecer en Dios para disfrutar su herencia, quedarnos como niños espirituales no nos permite acceder a la herencia, y en nada diferimos del esclavo.
2. Sacar excusas.
Para cada cosa que tengamos que hacer, siempre encontraremos una excusa.
- ¿Cuándo empiezas la dieta? –Después que pase diciembre
- ¿y el anillo pa’ cuando? -Ahora que la economía mundial mejore.
- ¿Cuándo inicias tu empresa? -Ahora que me jubile.
- ¿Por qué no te afirmas en Dios? – Ahorita después de carnavales.
Por lo general cuando llega un plan con el llegan excusas, ya sea por temor, por flojera, o falta de disciplina personal.
Cuando Moisés fue llamado por Dios para
liderar la liberación del pueblo de Israel de mano de Egipto, él no aceptó de
una la voz de Dios, ante cada cosa que Dios le dijo el saco una excusa para no
ir:
Señor, ¿y si me dicen que quien me envío? Señor, ¿y si no Creen? Señor, lo que
pasa es que no hablo muy bien. Para cada excusa Dios le dio una respuesta, y la
última la de que era tardo para hablar me gusta la respuesta de Dios:
Éxodo 4:14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.
Dios diciéndole, Yo se que tu hermano habla mejor que tú, es más, el es levita, me sirve primero que tú, pero te escogí fue a ti, con tus defectos, porque nunca se tratará de ti, esto se trata de lo que Dios puede hacer, y todo lo contrario el se glorifica en nuestra debilidad.
2 Corintios 12:9 y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
David tenía mil excusas, que hubiesen sido validas al enfrentar a goliat, pero no menciono ninguna, el se aferró al Dios de la promesa, david conocía su identidad y conocía a Dios y cuando eso ocurre las excusas pasan a un segundo plano.
Compromiso Día 4.
Libérate de las excusas.
Para alcanzar este objetivo, lo primero que tenemos que cambiar es nuestro
vocabulario, analizar nuestras respuestas ante los retos que nos están invitando,
no quiere decir esto que no haya preguntas, pero ¿somos incisivos con los “pero”
al final de las respuestas? Al analizar tus respuestas, ¿Suenas siempre positivo
o negativo?
Entre mas negativos seamos siempre abundarán excusas, entre menos confianza tengamos, ahí estarán las excusas, cambiar nuestra forma de hablar y pensar, y poner nuestra confianza en Dios disminuirá sustancialmente el vocabulario negativo de la excusa, y nos llevará a ver puertas abiertas donde otros solo ven caminos cerrados.
Practica no dar excusas en tu respuesta, muchas excusas son mentiras, mejor seamos honestos, mejor es decir no quiero y estos son mis motivos a decir “me gustaría, pero….”
Video del día 4. https://www.instagram.com/p/CJn8RzCg5c_/